El acoso escolar no mira edad ni clase social

Nada justifica la violencia, mucho menos la intolerancia a quien es conside rado diferente. Gordos, flacos, altos, bajos, estudiosos, chistosos, serios... hay lugar para todos. Sin embargo, existe una forma de discriminación, exclusión y agresión física o verbal conocida como acoso escolar o bullying, en la que el victimario usa el poder que tiene para hacer daño al que cree distinto.Oscar Misle, cofundador de los Centros Comunitarios de Aprendizaje Cecodap, considera que es un error pensar que el chalequeo es parte de la idiosincrasia y del comportamiento normal de los educandos. Eso sólo convierte la agresión en un comportamiento cotidiano que puede conllevar a que la víctima responda con más violencia.Cecodap recibe diariamen te, de colegios públicos y privados, 3 solicitudes de apoyo por casos de violencia. Además, trabaja de manera permanente con 150 centros educativos de 15 estados del país.Se encienden las alarmas. El acoso escolar es una realidad que no mira clases sociales, se da en colegios con niños de alto poder adquisitivo y en escuelas populares y rurales.Karla nombre falso emplea do para proteger la identidad de la adolescente tiene 13 años de edad y vive en el estado Anzoátegui. Comenzó a desarrollarse más temprano que sus compañeras, por lo que a los 9 años la forma de su cuerpo fue objeto de las burlas de la clase. Pronto la situación traspasó las paredes de la escuela. Karla abrió una cuenta en la página web ask.fm portal donde le hacen preguntas anónimas al usuario y el sitio web se convirtió en una hoja en blanco que poco a poco se fue llenando de insultos. Un día alguien me escribió en mi cuaderno `mátate’. Obviamente me sentí mal. Otro día me gritaron desde la ventana del salón `llegó la loca, cuenta.Ella creyó que autoinfligirse cortándose en algunas partes de su cuerpo era la salida. Sus padres notaron el cambio en su comportamiento y acudieron al colegio. Además, la han llevado a dos psicólogos.Su última psicoterapeuta le ha dado herramientas para sobrellevar los momentos en los que se meten con ella. Ahora es otra niña, dice la madre, quien cree que estas situaciones se replican con otros integrantes de la institución.Misle aclara que para que sea acoso debe ser permanente y con intención de causar daño.Si el muchacho no quiere ir al colegio, se enferma constantemente, baja el rendimiento académico, le cuesta relacionarse con otros, tiene algún tipo de adicción, presenta cambios de comportamiento, se deprime con...

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