La arquitectura debe incluir también vida

Es un visionario, un arquitecto capaz de diseñar edificios imposibles, lo que le llevó a pasar varios años sin construir. Ahora ha vuelto a hacerlo y sus proyectos se levantan en Austria, Reino Unido y España. El suyo es un mensaje de optimismo. Fundador del grupo Archi gram, que llevó la irreverencia del pop inglés a la arquitectura proponiendo ciudades andantes o enchufables Walking City, Plug in City, Peter Cook Southend-on-sea, 1936 se dedicó a la docencia al no lograr construir sus propuestas. En 2003 levantó la biomórfica Kunsthaus de Graz, en Austria, con Colin Fournier, y ese extraño edificio lo devolvió a la ruleta de los arquitectos que construyen. Ha colaborado con el estadio olímpico de Londres 2012. En Madrid, donde inauguró el Celab, un espacio para la investigación de la Universidad Camilo José Cela, quiso lanzar un mensaje más de esfuerzo que de optimismo. --¿Por qué cree que la invención y el optimismo están devaluados en nuestra cultura? --La mayoría de la gente es débil y miedosa. Hace falta valor para inventar algo. Ser optimista es una decisión. Resulta demasiado fácil culpar a las circunstancias y creerse incapaz de sobrevivir en un mundo que se desmorona. Cuando las cosas se hunden hay que buscar la esquinita del naufragio desde la que se puede hacer algo propositivo. El problema principal del optimismo es que es difícil de justificar mientras que nuestra sociedad entiende el pesimismo y la negatividad sin ne cesidad de justificación. --¿Tal vez el optimismo en arquitectura puede ser algo más que color y diversión? --Para ser arquitecto hay que ser optimista. Es extremadamente difícil ser arquitecto. Precisa mucho entrenamiento y está lleno de frustraciones. Por si fuera poco, dependes de un contexto que excede tu capacidad de actuación. Ahora, la recompensa es extraordinaria. Para los que todavía creemos en la arquitectura, la recompensa es un valor. --¿Cómo mantuvo el optimismo sin poder construir durante décadas? --Porque disfruto. --¿El fracaso? --Una de mis fortalezas es que me fascina lo trivial. Y así, acumulo observaciones en el bolsillo. No para un uso inmediato sino como parte de mi cultura. Eso es lo que puedo aportar. Creo que la arquitectura no debe ser sólo normas y procesos. También debe incluir vida, decisiones derivadas de la observación de los seres vivos. --¿Si hubiera trabajado más se habría fijado menos en las cosas? --No estoy seguro. Estoy al final de mi carrera y construyo más que nunca. No hay...

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