Bailarines profesionales se abren camino gracias a otras disciplinas

Del oeste al este de Caracas, y viceversa, se moviliza diariamente Luis Villasmil para atender sus compromisos profesionales. No usa carro particular ni transporte público, sino que contrata los servicios de un amigo mototaxista para hacer frente a las colas capitalinas y llegar a tiempo a las casas de sus clientes en Los Palos Grandes, a quienes les da clases de pilates personalizadas, o al gimnasio Downtown Fitness Center en La Hoyada, donde dicta lecciones grupales. A pesar de que las clases de pilates son su principal soporte económico, Villasmil no se dedica exclusivamente a eso. Es bailarín profesional de danza contemporánea, egresado del Instituto Universitario de Danza hoy Facultad de Danza de la Universidad Experimental de las Artes. Ésa es su verdadera profesión y a ella dedica horas, pero para poder cultivar su cuerpo necesita desarrollar una actividad que le permita costear sus gastos. Aprendió el método creado por Joseph Pilates hace seis años, cuando viajó a Viena para estudiar danza en el Festival Impulse Dance. Cuando regresó a Venezuela se dio cuenta de que había un boom del sistema de entrenamiento: muchos querían aprenderlo, así que pensó que si se certificaba podría tener un ingreso para hacer lo que más le gusta, bailar. No podemos vivir de la dan za porque no nos da dinero, así que tenemos que buscar otras alternativas. En mi caso fue el pilates. Empecé como instructor en Zona Pilates. En la formación de danza contemporánea uno ve principios de ese método, pero no profundizas en los fundamentos. Ahora he complementado mis conocimientos, manifiesta el bailarín que pertenece a los grupos Espacio Alterno y Neodanza. Aunque le tomó cariño a ser instructor de pilates, Villasmil cuenta que en un principio era mal visto por otros bailarines que pensaban que era como traicionar su esencia. El problema, confiesa, es que cuando terminan de estudiar danza son pocos los campos de trabajo que hay en el país. Como tres o cuatro personas de mi generación aún nos dedicamos a ejercer la danza, pero muchos compañeros se dieron cuenta de que no podían vivir exclusivamente de eso. Aparte de que debes tener todas las condiciones físicas y de espacio hay que pensar que no importa si vas a pasar hambre, porque es algo que te llena. Villasmil dice que muchos de sus compañeros, después de culminar los estudios de danza, hicieron una segunda carrera. Otros guardan esa sensibilidad y se dedicaron a la terapia o la educación infantil; algunos dan...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR