Chávez gobernó sin contrapesos

El 14 de abril de 1999, cuando el presidente Hugo Chávez apenas tenía cuatro meses en el poder, envió una carta a los magistrados de la extinta Corte Suprema de Justicia que marcó las pautas de su largo mandato. La nación votó por la estruc tura de poderes que pudiere resolver eficazmente sus problemas y en ese campo psicofísico nació la idea de la Asamblea Nacional Constituyente originaria que permitiera refundar la República y restituir el Estado de Derecho constitucional y democrático, afirmó hace casi 14 años. En la misiva, Chávez indica que la justicia que se propone es la zamorana, la de hacer imposible la imperceptible violación de los derechos humanos. Pero quizás lo más trascendente del documento fue la exhortación final, precedida de referencias a varios teóricos entre ellos el alemán Friedrich Ratzel, cuyas ideas fueron utilizadas por el Tercer Reich: El jefe del Estado conduce, en soledad, la política exterior y, en soledad, es el Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Nacionales. Inmerso en un peligroso escenario de causas generales que dominan el planeta Montesquieu, Darwin, debo confirmar ante la Honorabilísima Corte Suprema de Justicia el principio de la exclusividad presidencial en la conducción del Estado. La exigencia de Chávez po nía en entredicho el esquema de contrapesos institucionales que sustenta el sistema democrático y previene perjuicios asociados al autoritarismo y su consecuente abuso de poder. El planteamiento contrastaba con el contenido de otros documentos fundamentales del proyecto político insurgente, tal como fue concebido por el MBR-200. En El libro azul El árbol de las tres raíces, se señala: El Proyecto Nacional Simón Bolívar recoge la doctrina de división de los poderes del concepto bolivariano de Estado y Sociedad. `Y entonces habrá un equilibrio y no habrá el choque que embaraza la marcha del Estado, y no habrá esa complicación que traba, en vez de ligar, la sociedad?. En efecto, la armoniosa división de los poderes es un medio imprescindible para garantizar la `suprema libertad social. Fuera de la Constitución. La proclama a favor de la división de poderes se consagró en la Constitución de 1999. Pero los directivos de la Asamblea Nacional Constituyente fueron los primeros en violarla. El 22 de diciembre de 1999, después de la aprobación del texto fundamental en referéndum pero antes de su publicación en Gaceta Oficial, Luis Miquilena, Isaías Rodríguez y Aristóbulo Istúriz decretaron el Régimen...

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