El chip de la gasolina

Las soluciones y acciones para mitigar y contrarrestar la contaminación atmosfé rica, que propende al cambio climático de origen humano, van al menos por dos vías: la reducción de las emisiones de gases de invernadero y la sustitución, a largo plazo, de la energía, proveniente de la quema de combustibles fósil, por las llamadas energías alternas. Venezuela, país por muchas décadas tradicional productor-exportador muy importante de petróleo, no solo puede estar enfrentando cambios climáticos regionales y locales debido a un aumento generalizado de la concentración de esos gases, sino que además podría enfrentar un potencial cambio económico en el futuro al dejar no solo de producir petróleo, por cualquier motivo, sino también al dejar de consumirlo y exportarlo, por la entrada en acción de las energías alternas. Obligada, en principio, por la legislación propia e internacional, Venezuela debe proteger el clima y la calidad del aire para lo cual aplicará los 6 numerales del Artículo 60 de la Ley Orgánica del Ambiente, en particular al que se refiere a la reducción y control de las emisiones a la atmósfera producidas por la operación de fuentes contaminantes. Sin embargo, el país no pue de perder de vista la posibilidad que esta reducción se haga por la vía de la implementación paulatina o progresiva de energías alternas, como fuentes de energía primaria sustitutivas de las acostumbradas combustibles fósil. Se debe hacer revisar críticamente, aspectos concernientes a las energías alternas no renovables, como la energía nuclear, y las renovables, como la geotérmica, solar, hidroeléctrica, eólica, etc. Esta revisión debe dar a una visión general sobre los retos y expectativas que estas alternativas energéticas nos ofrecen, a escala mundial por ser Venezuela un país monoexportador de hidrocarburos y a escala nacional-regional por estar Venezuela obligada legalmente a proteger su ambiente. Debe seguirse la factibilidad y competitividad de ellas frente a las energías tradicionales las cuales, en nuestro país, son prácticamente gratis más baratas que el agua mineral, pero no en otros países. Y esta situación impulsa en los países, principalmente en los desarrollados, la investigación y desarrollo de tecnologías asociadas a las energías alternas, mientras que en nuestro país, prácticamente no. Recordemos que este impulso ya no debe tanto a la expectativa de que los combustibles fósiles se agotarán...

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