El diagnóstico de Pablo

Mi mamá tiene tiempo insistiéndome que lleve a Pablo al pediatra que le recomendaron. Fue el médico de los hijos de su mejor amigo y, casualmente, atendió a mi mejor amigo cuando era niño, y aún después de grande. ¿Para qué lo voy a llevar? ¿Qué más va a decir? ¿Que tiene un problema muscular? ¿Que es culpa del lazo entre madre e hijo, como dijo el otro? Pablo se torció y ya.Es mayo de 2009, mi hijo tie ne 1 año y 3 meses. En noviembre pasado, empezó a inclinar la cabeza hacia el lado izquierdo y un poco hacia adelante. Al principio era algo leve, ahora la oreja pega del hombro, y mirar hacia arriba se le hace casi imposible. El ojo izquierdo siempre está lloroso y la comisura de ese mismo lado se le tuerce, especialmente cuando ríe.Su carácter también ha cambiado: llora en las noches y al amanecer, se irrita con facilidad y no soporta el ruido de la licuadora ni el de los platos cuando chocan entre sí. Darle de comer es el momento más difícil del día; por la posición de su cabeza la sopa siempre se derrama, y hablo de sopa porque los sólidos los rechaza, ni siquiera hace el intento de masticarlos. A veces, logro que muerda una galleta o coma algo de pastina, muy suavecita.Tampoco habla mucho, sólo dice mamá o papá y algunos balbuceos.Pablo no siempre fue así. Era un bebé normal, se paraba agarradito, erguido, la cabeza iba en línea con la columna, siempre estaba de buen humor, dormía solo en su cuarto y despertaba cada mañana con una sonrisa.El pediatra me dijo que fuese a ver a un neurólogo que determinó que todo estaba bien, que seguro era algo muscular, una tortícolis, quizás. Pablo no mejoró con fisioterapia, hasta parecía que estaba peor. Su médico me remitió a otro neurólogo, una amiga de él. Ésta no encontró nada y no me gustó el tratamiento que le mandó la fisiatra a la que nos remitió. Pablo no mejoraba.Fui a otra vez al pediatra.Vamos a hacer algo dijo mientras anotaba en la libreta de los récipes. Llámate aquí y pide una cita me entregó el papel y leí el nombre de una mujer. Es psicólogo, especialista en el vínculo madre-hijo, ya verás los planteamientos tan interesantes que tiene. Es más, la llamo apenas salgan para comentarle que van y hablarle del caso.Nunca la llamó. Pedí la cita, empezamos a ver a la psicóloga. Me asomó que esto podía ser consecuencia de mi estrés posparto y que Pablo está muy apegado a mí: trabajo escribiendo desde casa y estamos juntos todo el día, todos los días. ¿Será que el origen sí es nuestra...

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