Energías alternativas no son tan verdes

El incidente ocurrido ayer en Francia revive las dudas que rodean la energía nuclear. Sin embargo, no sólo ella está en debate. Algunas otras fuentes alternativas también son cuestionadas en la actualidad por razones de seguridad relacionadas con la disposición de desechos que generan.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Tennessee, en Estados Unidos, revela que un incremento en el uso de la energía solar elevaría la presencia de plomo en el ambiente a niveles peligrosos debido a que este metal es muy común en las baterías que se utilizan para almacenar la energía que resulta de la conversión fotovoltaica.

"En líneas generales, el uso de energía solar es uno de los más seguros, incluso por encima de la energía nuclear", afirma Raúl González Acuña, ingeniero mecánico e investigador del Instituto de Energía de la Universidad Simón Bolívar. "El problema al que se refiere la investigación está directamente relacionado con la disposición final de las baterías que se utilizan para guardar la energía", acota.

De acuerdo con González Acuña, la energía proveniente de celdas fotovoltaicas tiene una desventaja: "Solo puede utilizarse de día. Por eso necesitamos instrumentos que nos ayuden a almacenarla para utilizarla también de noche.

Las baterías son el mecanismo para ello".

Aunque se llevan a cabo investigaciones para desarrollar baterías de gel, las más empleadas en la actualidad son las de plomo-ácido. "Si al terminar su vida útil son desechadas de manera inadecuada, las sustancias en su interior pueden derramarse y filtrarse a través de los suelos, contaminar las fuentes de aguas subterráneas y afectar la salud de las poblaciones vecinas. A mediano y largo plazos, esa exposición a los químicos desencadenaría el riesgo de enfermedades genéticas en las personas que hayan estado cerca de la fuente".

El estudio estadounidense, reseñado esta semana en el portal científico SciDev.net, expuso que el riesgo de contaminación es especialmente fuerte en Asia, donde países como China e India ya presentan filtraciones de 33% y 22% de plomo, respectivamente, provenientes de las baterías utilizadas para acumulación de energía solar.

Al respecto, Subhes Bhattacharyya, experto en sistemas de energías renovables en países en desarrollo de la Universidad de Dundee, Reino Unido, señaló que "en Europa, el proveedor de las baterías es responsable también de su disposición final, aún cuando han sido utilizadas por otros.

No hay mecanismos para...

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