Estrasburgo en la línea de la perfección

Si escucha su nombre, puede que le suene a aburrido, burocrático y lleno de señores encorbatados. No lo crea. Estrasburgo, la capital de la región francesa de Alsacia y en el límite con Alemania, se vende como corazón de Europa por sus instituciones políticas como el Parlamento, el Consejo o el Tribunal de Derechos Humanos. Se le podría llamar la ciudad Merkozy. Pero aun así, uno se decide a visitarla y descubre lo que podría ser la perfección hecha urbe: edificios medievales que dialogan con los más futuristas, avenidas elegantes y callejones con flores, seriedad mañanera y juerga nocturna. Dicen que la ciudad, curtida en dos guerras mundiales y codiciada por Francia y Alemania, tiene un humor tan irónico que puede resultar macabro. 9:00 Doce apóstoles y el gallo ¿No tiene un aeropuerto cerca con vuelos a Estrasburgo? No se preocupe, porque un buen plan es visitarla desde París en TGV, el AVE francés, que le dejará en el centro de la capital alsaciana en 2 horas y 20 minutos. La llegada es espectacular: la estación central es un frijol gigante acristalado cuya atmósfera vanguardista no choca con las fachadas burguesas de la plaza. Entre banderas de Francia y de la Unión Europea en los balcones y comercios de todo tipo, como las famosas Galerías Lafayette en un impresionante edificio de arenisca roja Rue du 22 Novembre, 34, y la tienda de ropa vintage Le Placard Ruelle des Pelletiers, 4, se llega a la plaza Kléber, epicentro de Estrasburgo. Todo esto forma parte de la Grande-Ile, Patrimonio Mundial por la Unesco. Ya habrá divisado la aguja de la Catedral, de aire germánico. Impacta desde enfrente, justo donde en diciembre se despliega un animado mercadillo navideño. Maravíllese con las vidrieras y las vistas desde el campanario después de subir los 329 escalones. Tampoco se pierda el divertido reloj astronómico, del que cada día a las 12.30 salen los 12 apóstoles a desfilar ante Cristo mientras un gallo canta. 11:00 En bicicleta por el Ill La Maison Kammerzell plaza de la Catedral, 16 es una casa renacentista con 75 ventanas de madera que podría ilustrar cualquier cuento de los hermanos Grimm. Los edificios de estilo parisiense se arremolinan en los aledaños de la plaza Broglie, donde se asienta la Ópera, pero el más espectacular es el palacio Rohan que guarda tres museos: el de artes decorativas, el arqueológico y el de bellas artes, el más interesante por su colección de pintura europea de los siglos XIV a XIX, con obras de Giotto...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR