Aunque la salud de Europa mejore, sus automotrices seguirán sufriendo

Sergio Felice personifica la an gustiosa realidad que viven los fabricantes de autos europeos. Y podría presagiar un futuro lúgubre.El consultor bancario de 41 años, que se crió en Italia, recuerda que antes siempre era importante tener un buen auto. Ahora vive en Barcelona, donde ahorró para comprarse un Audi TT. Pero entonces, la crisis económica de Europa lo obligó a replantearse sus prioridades financieras, y tener auto dejó de ser una de ellas.Aunque la situación mejore, es probable que no compre un automóvil hasta que haya cumplido al menos 60 años, dice. Por ahora, utiliza el transporte público, una moto y los servicios para compartir autos. Prefiero poner el dinero que no gasto en un auto en un plan de jubilación, señala.Detrás del cambio de parecer de Felice se detectan tendencias que colocan a las automotrices europeas ante un panorama complejo: cuando el continente se recupere de los estragos de la crisis de deuda, es posible que su industria automotriz no haga lo mismo.El sector automotor europeo ya se perfila como una de las mayores víctimas industriales de la crisis. Las matrículas de vehículos nuevos en Europa han caído a cerca de un mínimo de dos décadas. La mayoría de las grandes automotrices está perdiendo dinero en la región. Moody’s Investors Service Inc. estima que PSA Peugeot Citröen, Opel, de General Motors Co., Fiat SpA y Ford Motor Co. combinadas perderán unos 4.900 millones de euros US$6.600 millones este año en Europa.Algunos ejecutivos y consulto res de la industria advierten que la crisis económica no sólo está provocando un descenso temporal en las ventas de autos, sino que está acelerando un declive más fundamental en el apetito del consumidor por los autos; una decadencia que podría presagiar más cierres de plantas, recortes de empleos y apuros económicos.Una combinación de factores --el alza en los precios del combustible, modelos más duraderos, el hecho de que el auto ha perdido su lugar como símbolo de estatus y que menos jóvenes obtienen licencias, entre otros-ha reducido el hábito de los europeos de comprar autos nuevos.Aunque algunos de estos fac tores también pueden aplicarse a otros mercados, como Estados Unidos, donde las ventas de autos han repuntado a los niveles previos a la crisis, hay una diferencia: la población en edad de conducir en EE.UU. y América Latina sigue creciendo, mientras que se estima que en Europa irá disminuyendo.Europa seguirá siendo difí cil por mucho tiempo, presagia Carlos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR