El extranjero que escribe

--¿Traidor el que se va? Juan Carlos Chirinos: Bue no, aún siento, después de quince años viviendo fuera del país, que no me he ido del todo. Nunca se va uno del lugar donde nació, por la sencilla razón de que ese lugar se lleva pegado a la piel. Yo he sido, soy y seré valerano allá donde vaya; y sobre esa capa trujillana se han ido asentando como confeccionando un palimpsesto Caracas, Salamanca y Madrid, que han sido las otras ciudades donde he vivido mi vida. A mí me da la impresión de que los venezolanos tenemos la fina cualidad de despreciarnos por razones por las que no despreciaríamos a gente de otros países. Tal vez padezcamos una variante del síndrome de Peter Pan, y sigamos pensando que somos una república joven que aún está en la búsqueda de su identidad y, por eso mismo, somos más sensibles a los ataques patrios.Juan Carlos Méndez Guédez: Tengo quince años fuera y cuando voy a Caracas recibo muchísima ternura de la gente, muchísimo cariño, muchísima cordialidad y afecto.Pierdo la cuenta de las frases hermosas que la familia, los amigos, los lectores me dicen o me escriben. Yo de entrada no percibo esa animadversión. Hay una dinámica venezolana impuesta desde el poder: sólo se escucha a quien grita, a quien amenaza, a quien ofende, a quien propone el linchamiento del adversario. Pero yo estaría también muy atento a los susurros, a las señales más sutiles, más bellamente complejas. Existen estos patéticos comisarios del patrioterismo, pero tenemos también la poesía de Rafael Cadenas, un barquisimetano que escribe con influencias orientalistas; tenemos a Slavko Zupcic, un valenciano de origen croata que escribe cuentos donde se alterna su ciudad de origen y su ciudad actual; tenemos a Balza, un deltano que ha inventado un método narrativo propio a partir de sus lecturas de Proust, de Kafka, de Meneses. Y tuvimos y seguimos teniendo en sus palabras a Teresa de la Parra, venezolana nacida en Francia, que creció en España y que hizo una obra que dibuja la complejidad de lo femenino y de aquel país donde se desenvolvía.Israel Centeno: Venezuela es un país al que le han hecho perder la capacidad para advertir los matices. Entiendo que teníamos algo de eso, pero, incluso en los momentos de la violencia política de los sesenta y setenta del siglo pasado, se buscaron las gradaciones y por eso fueron derrotados los extremos. Hoy en día han triunfado los extremos y como sabemos, ellos se tocan y se dan el vuelto.Si algo se ha exaltado en los...

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