Festival de colores en Frida

El nombre de México sin duda evoca a la pintora Frida Kahlo y a una vasta y rica cul tura. Con una propuesta gastronómica que destaca entre la oferta local, el restaurante Frida, ubicado en la urbanización La Alegría de Valencia, estado Carabobo, ha apostado desde hace cinco años por ofrecer un concepto novedoso. Además de innovar con la co cina mexicana y sus ingredientes de sabores contundentes busca seducir con una atención esmerada, su diseño que conjuga la naturaleza, fuerte colorido y elementos decorativos que rememoran y celebran lo mejor de la cultura mexicana, siempre con la referencia emblemática de la pintora de Coyoacán. Así, Frida Kahlo es una presencia permanente en el restaurante, que desde que uno llega hechiza por la combinación estridente de fucsias, azules y naranjas. Los mexicanos Néstor Zava leta y Michael Bonaza son los propietarios y socios de este restaurante. Ambos llevan muchos años viviendo fuera de su tierra natal. Primero por más de una década en Estados Unidos y ahora en Venezuela. Zavaleta dice que en Frida buscan acercarse a lo que es la Casa Azul, es decir, a la morada de la pintora que hoy día es museo, ubicada en Coyoacán, Ciudad de México, pero sin dejar de lado el toque propio de la vivienda valenciana: Esta casa es muy cómoda, al estilo mexicano. Ciertamente, el restaurante está ubicado en una casona de los años cuarenta, en una zona tranquila y muy cercana a la avenida Bolívar, arteria principal de Valencia. En la parte del frente está una terraza, aún en acondicionamiento y que se ha revelado como uno de los espacios preferidos de los clientes porque se presta para conversar y observar. Contiguo a la terraza hay un pasillo que conduce al restaurante que es un preludio de lo que el visitante encontrará: un comedor amplio de diferentes ambientes, una fuente que tranquiliza con el sonido del agua, un jardín rebosante de verdes tropicales que se extiende hasta el final de la casa para desembocar en un delicioso patiecito con apenas dos o tres mesas que invitan a la intimidad. La pared que bordea el jardín es fucsia y destaca, a modo de mural en letras doradas, una de las frases más famosas de la artista: Pies para que te quiero si tengo alas para volar. Con esas palabras se evoca un viaje a la cultura mexicana que no sólo incluye tequila, chile poblano y tortillas de maíz, sino que también reúne los colores y las cavilaciones de sus artistas e imágenes de la Virgen de la Guadalupe. Fuentes, peces y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR