Fiesta de la poesía

Nunca tan cerca retumbó lo lejos. César Vallejo La palabra poética anda alborozada tomando los espacios para el encuentro, las veladas, recitales y discusiones. El Festival Mundial de Poesía consagrado esta vez a homenajear al amigo Hernández D?Jesús es una buena medida de la vitalidad de la cultura, de su producción frecuentemente subterránea, de su capacidad para enlazarse con las sensibilidades del mundo. Una vitrina para mirar de cerca lo que está bullendo en la creatividad de los poetas, en sus trayectos de vida y obra, en la búsqueda incesante de formas expresivas que desafían el canon. Justo por allí es por donde mejor se recrea la fuerza estética de la palabra poética, su magia y trascendencia. Nada lo garantiza de antemano: ni la voluntad, ni la razón. Tampoco las instrumentali zaciones que se hacen desde cualquier poder. Hará falta una combinación rara y misteriosa de creatividad y densidad cultural para que la palabra poética fecunde y se haga parte de franjas cada vez más amplias de la sociedad. En nuestro planeta no te nemos 7 millardos de poetas. ¿Por qué será? Básicamente porque la dimensión poética no es una propiedad de la naturaleza sino una exigentísima cualidad de la creación cultural para colmo, referida a poetas y corrientes literarias que son intransferibles. No es casual que en la cau dalosa producción poética que nos trae hasta aquí tiene un papel destacadísimo aquella poesía que irrespetó todo, que no hizo concesión a las sujeciones, a los encierros, a las servidumbres ideológicas, religiosas o de cualquier género. Esa poética es siempre subversiva, respecto al lenguaje y a los valores dominantes; respecto a lo políticamente correcto y a los rituales de la cultura oficial. Los poetas no son inocentes, tampoco máquinas que producen por automatismos, ni agentes de nobles causas que justificarían su obra por efecto de su eficacia política. De es tas terribles mezcolanzas han surgido en la historia reciente de la humanidad verdaderas monstruosidades que han significado traumas culturales muy severos el arte...

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