Una conversación con Graziano Gasparini

--¿Cuándo y qué circunstan cias lo traen a Venezuela? --Llegué aquí en agosto de 1948, con 24 años. Para ese momento, había terminado mis estudios en el Instituto Universitario de Arquitectura en Venecia y desde el fin de la guerra, en 1945, trabajaba con Carlo Scarpa, uno de mis profesores. Considero que más importante que el motivo por el que uno vino a Venezuela, sería plantear ¿qué has hecho en Venezuela?

--¿Sabía algo del país antes de llegar? --Vine aquí sin hablar español y me interesó inmediatamente el país desde mi gran pasión que siempre fue la historia de la Arquitectura. En el hotel donde estaba conocí a los ingenieros Rodríguez Delfino y Enrique Pardo quienes me propusieron hacerles un pequeño croquis para una casa. Luego de unos cuatro meses aquí regresé a Italia pero, antes de partir, mis amigos ingenieros me dijeron que pasara un tiempo allá y volviera ya que aquí se necesitaban arquitectos. Los pocos que habían no llegaban a diez: Villanueva, Gustavo Wallis, Gustavo Guinand, Tomás Sanabria, Andrés Vegas, Martín Vegas y algún otro, que se habían formado fuera.Volviendo a los ingenieros, regresé y ellos inmediatamente me dieron trabajo. Era el momento después de la guerra y aquí con el petróleo había muchas oportunidades. En el 51 me casé, y de luna de miel salimos en carro a recorrer el país y recopilar el material para mi primer libro: Templos coloniales de Venezuela que también salió en la década del cincuenta.--Ya para ese entonces había recorrido mucha Venezuela por su cuenta... --Toda, por mi cuenta, sí. Compré una camioneta Plymouth y me metí de norte a sur y de este a oeste, cuando todas las carreteras eran de tierra, con un mapa de Venezuela de la Creole, borrando los sitios donde había ido y a los que no estaban borrados tenía que ir.--¿El centro de su interés siempre fue lo colonial? --En ese momento, más que lo colonial me interesaba conocer y estudiar la tradición constructiva del país, después me metí más de lleno en lo colonial porque comencé a preguntar. La primera persona que conocí fue Carlos Manuel Möller quien me decía que aquí teníamos muy poca cosa colonial porque Venezuela era un país pobre, una Capitanía General, y que si quería ver cosas realmente estupendas tenía que ir a México, a Ecuador y a Perú.--¿Cómo fue recibido su pri mer libro sobre los templos? --Recuerdo que El Nacional publicó un artículo que decía que teníamos una arquitectura colonial sin saberlo, porque en ese primer libro registré...

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