La Iglesia del pasado

Pese a lo que se ha dicho, después de la Independencia la Iglesia no ha jugado un papel influ yente en la historia de Venezuela. Fue un actor de segunda, sin posibilidad de imponer sus intereses como institución ni de mover multitudes capaces de variar el rumbo de la política. Una comparación con el papel de la jerarquía y de sus seguidores en otros países de la región, como México y Colombia, puede avalar la afirmación. Pero hoy la situación es distinta. Gracias a la compañía cada vez más evidente de la voz de los obispos y de la actividad de muchos sacerdotes metidos de lleno en el combate por las cosas de este mundo, se ofrece la novedad de un movimiento de origen eclesiástico que ha adquirido influencia en la sociedad hasta el punto de colocarse en sitio principal, como jamás había sucedido en el período republicano.La guerra contra España, que se puede también considerar como el combate de una tradición custodiada por el templo, produce una escisión de los factores del clero, y también una disminución de su poder material. Después, en la república que nace del conflicto, los antiguos controladores de la feligresía se enfrentan sin éxito a los impulsos del poder temporal y juegan un papel que se hace cada vez más irrelevante. El fracaso de la Revolución de las Reformas, que cuenta con el entusiasmo del arzobispo de Caracas para el restablecimiento del fuero religioso, hace que las decisiones de una política orientada a la imposición de una autoridad sin el rival del pasado no encuentre mayores escollos. Desde el advenimiento de los Monagas se advierte cómo, más que una instancia con la cual se debe negociar, el cabildo eclesiástico pierde influjo en decisiones de interés general y sobre la orientación de las parcelas que corresponden al predio espiritual. Si no es juguete del régimen, pasa a un plano cada vez más inocuo. Las primeras medidas de la república de 1830 contra la presencia de la Iglesia en la sociedad, así como el predominio de la voluntad del ministerio después del languidecimiento del paecismo, le hacen camino franco a los pla nes de Guzmán para profundizar el liberalismo contra un supuesto adversario histórico.Los proyectos laicos del Ilus tre Americano no conducen a abierta hostilidad, sino a...

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