¡Adiós, Insulza!

Mientras se celebra la reunión anual de la Asamblea General de la Or ganización de Estados Americanos, he leído la entrevista que el diario El País, de Madrid, le hizo a su Secretario General, José Miguel Insulza, junto con un reportaje en el que se comenta la posibilidad de su renuncia al cargo, para optar a una vacante en el Senado de Chile. De materializarse su renuncia, lo haría en el peor momento histórico de la OEA, cuando se encuentra más debilitada, y cuando es más irrelevante. Esta situación lamentable no es responsabilidad exclusiva de José Miguel Insulza; pero sería ingenuo ignorar que a él le ha correspondido una cuota muy importante en este descalabro diplomático e institucional.El surgimiento de nuevas or ganizaciones regionales, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños o Unión de Naciones del Sur, nunca podrían, por sí solas, sustituir a una organización como la Organización de Estados Americanos. No cabe duda que los intereses de América Latina o los de los países del Caribe no son los mismos que los de los Estados Unidos; pero, precisamente por eso, se requiere una instancia para el diálogo y la concertación. Es necesario contar con un foro en el que podamos discutir nuestras diferencias, negociar con más fuerza que en el marco de relaciones puramente bilaterales, y promover valores universalmente compartidos, como el fortalecimiento de la democracia y el respeto de los derechos humanos. Pero ella no puede ser dirigida ramplona y abúlicamente.Sin excluir decisiones y omi siones ciertamente lamentables, la verdad es que, en las últimas décadas, la OEA podía exhibir importantes logros en lo que concierne a la democracia y los derechos humanos. Pero es igualmente cierto que, durante la gestión de José Miguel Insulza, se han dado muchos pasos atrás, precisamente en esas esferas. Como prueba de su irrelevancia, los conflictos más recientes, en Paraguay y en Venezuela, fueron abordados por Unasur; no por la OEA. Ese retroceso no se le puede atribuir a la falta de recursos financieros o a los ataques sistemáticos de Rafael...

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