Labores de mantenimiento

La principal tarea política en la actual situación del país es la del mantenimiento. Se sabe que ésta es la ocupación más ingrata y aburrida. También, muchas veces, la menos reconocida. Es la labor de las amas de casa: barrer y coletear los pisos, limpiar el polvo de los muebles y adornos de la casa, pasarle el trapito a las mesitas, acomodar los peroles, lavar y planchar la ropa, etc. Así, hay que mantener en movimiento a los militantes y adherentes con marchas, tomas, asambleas, una que otra huelga de hambre, actos musicales, etc. Y no es que todo esté para lizado. Al contrario, los procesos continúan. Los topos siguen cavando sus túneles, aunque no se vean en la superficie. Los matices en las intervenciones de los voceros de la oposición, por ejemplo, muestran que la amarga derrota sigue sin dueño y se profundiza la pugna por evitar su paternidad. Todos difieren de la sentencia del Tribunal Su premo; las diferencias están en cómo se le califica y cuáles son las consecuencias. En consecuencia, los primeros llaman traidores a los segundos por asistir a un Consejo Federal de Gobierno encabezado por el vicepresidente que gobierna o es mandado a encargarse de eso. O sea. Unos opositores hablan de diálogo. Otros, de desconocimiento de la autoridad constituida por el TSJ. Los chavistas afirman que el Presidente gobierna desde su lecho de recuperación. En consecuencia, hacen marchas y tomas, y asambleas populares y revisan mecanismos de consulta a su militancia para escoger los candidatos a alcalde y concejales. Los opositores dialogantes se encargan de las gobernaciones que ganaron, asisten al CFG y a la Asamblea Nacional. Los otros, lanzan declaraciones inflamadas. Y así transcurre la vida políti ca del país, en labores de mantenimiento de los afiliados, los militantes, los adherentes. Se va instalando una normalidad un tanto rara. La máquina burocrática sigue funcionando por sí sola, con sus ineficiencias y sus resoluciones de costumbre. La política de calle se va transformando en ritua les, procesiones, misas, rezos. Igual el discurso político. Frases repetidas. Ruido de fondo. El aburrimiento de las labores de mantenimiento: duras...

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