La ley no deja espacio para negociar

La Ley para Regularización y Control de los Arrendamientos de Viviendas, promulgada el sábado por el presidente Hugo Chávez, no deja espacio para la negociación entre las partes porque prácticamente fija todas las condiciones del contrato: la duración, el canon de alquiler, las garantías que no habrá, el precio de venta cuando corresponda, dice el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Aquiles martín. Afirma que la intromisión del Gobierno en la relación que existe entre dueños y arrendatarios es una de las principales fallas de la legislación. Si bien es cierto que se pueden regular las relaciones entre particulares, para eso son los marcos legales, no se deben imponer criterios. Rigel Sergent, vocero de la Red Metropolitana de Inquilinos, considera que la intervención gubernamental es necesaria porque el arrendamiento debe ser una manera de garantizar el derecho a la vivienda y no un negocio. Ellos han dicho que sus intereses son lucrativos y que, si no van a obtener ningún beneficio, es mejor sacar el inmueble del mercado. Otro defecto del marco legal, según Martini, es el desequilibrio que existe a favor del arrendatario. Se extralimitan los beneficios del inquilino y se violan los derechos del propietario. Las leyes tienen que ser balanceadas. Sergent opina que más que equilibrada es justa. Esta ley evidentemente ofrece más garantías al arrendatario que la anterior, pero también protege al pequeño arrendador, que tampoco estaba amparado. Martini insiste en que la ley, por las condiciones que impone, sólo logrará que no haya viviendas disponibles para alquilar...

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