¿Dónde estamos luego de la devaluación?

Qué podemos decir desde la perspectiva del mercado cambiario. Hay que reconocer que el Gobierno tiene la valentía de corregir una parte importante del rezago cambiario, en un porcentaje tan elevado como 80%. Es profundamente equivocado tratar de corregir el tipo de cambio sencillamente por los diferenciales de inflación, pero si se tomara esa medida como una mera aproximación, el ajuste está bastante cerca de lo que podría ser un tipo de cambio de paridad. Pero aun en la dirección correcta, la medida puede tener efectos contraproducentes. Suele ocurrir que buena parte del ajuste en la tasa de cambio se traslada a los precios domésticos. Si al final la inflación se ajusta en la misma magnitud, no se habría avanzado mucho en la corrección del rezago. Para que la devaluación tenga efectos positivos sobre la balanza de pagos, lo que cuenta es la magnitud del ajuste en el tipo de cambio real. El efecto de una devaluación sobre la balanza comercial es muy poco significativo en la economía venezolana por dos razones: 1 El grado de traspaso de ajuste hacia los precios es bastante alto, 1% de devaluación nominal se traduce en cerca de 0,7% de ajuste en los precios de los no transables. 2 La elasticidad de la balanza comercial al tipo de cambio real es tremendamente baja. Estas dos razones hacen que el ajuste por sí solo tenga importantes efectos en los precios internos y un efecto contractivo en el producto. Pero así como el problema del rezago cambiario era uno de los temas por corregir, el otro asunto muy grave es la prima entre el mercado controlado y el negro. Creo que el problema más serio del sistema cambiario en Venezuela no es tanto el rezago como el diferencial que existe...

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