Lujo en China y crisis

La inclinación de los chinos en favor del consumo suntuario está divorciada de la crisis económica mundial: su demanda sigue creciendo. Pero, sorprendentemente, el consumidor de esa nacionalidad se comporta de manera diferente fuera y dentro de sus fronteras. Si en su país el ciudadano chino ha disminuido las compras de aquellos productos de alta gama siguiendo de cerca la desaceleración de la economía doméstica, algo muy diferente está ocurriendo en las tiendas de lujo de París, Londres o Roma. Son los chinos quienes llevan la batuta en la adquisición de este tipo de artículos se lectos, clasificados como los más caros y los de más alta calidad en el mundo. En 2012 fueron los consumidores originarios de este país quienes se llevaron por delante a los compradores estadounidenses. Estos detentaban el liderazgo del sector hasta hace tres años. Hoy, una cuarta parte de las ventas de artículos de lujo en el mundo entero, las que alcanzaron en 2012 a 280 millardos de dólares, correspondieron a compras realizadas con las tarjetas de crédito de los chinos: 70.000 millones de dólares gastaron los asiáticos a escala global. De esa cantidad, 50 millardos de dólares fueron facturados a los viajeros chinos por tiendas selectas de las capitales del mundo. En suelo chino la demanda de lujo aumentó 8% en 2012, algo consistente con el crecimiento de la economía nacional, pero este crecimiento fue la cuarta parte de lo que registró el incremento del sector entre 2010 y 2012. Razón tienen, entonces, las casas de reputadas marcas en querer desarrollar una estrategia que les haga remontar la cuesta del mejoramiento del consumo doméstico en el año 2013. La tarea es harto compleja y requiere de una atención...

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