A Maduro se le acaba el tiempo

Las últimas cifras divulgadas por el Banco Central de Venezuela se escucharon en todos los rincones del país con la estridencia de una alarma desesperada. El precio de los alimentos, el que más estragos causa en el bolsillo de los de abajo, experimentó en 12 meses un incremento de 68,8%. En lo que va de año, 58,7%. Una tasa que, de continuar por este sórdido camino, rondará el 100% al terminar el 2013. Mientras tanto, en el mes de julio, la escasez de artículos de consumo alcanzó un nivel perturbador: de una lista de 100 productos básicos preseleccionados para el estudio, casi 20 se han eclipsado de los mercados y abastos. Un escenario que muy pronto se tornará escalofriante con la inminente desaparición del pan salado y las pastas si Cadivi no entrega de una vez por todas las divisas necesarias para importar trigo. Por ahora, la producción de pastas apenas cubre 30% de la demanda nacional.Para remediar esta penosa si tuación de inflación galopante y creciente desabastecimiento, el pasado mes de mayo Nicolás Maduro se reunió con Lorenzo Mendoza, la directiva del grupo Polar y otros representantes del sector privado de la producción. El nuevo ministro de Finanzas, Nelson Merentes, les prometió a los empresarios solucionar diversos problemas del sector, especialmente el de los cada vez más escasos dó lares de Cadivi. Un gesto que llevó a Maduro a proclamar, en un instante de súbito arrebato neoliberal: Tú, Mendoza, a producir, nosotros a gobernar.Sin embargo, no ha sido así. Se gún ha declarado a la prensa Jorge Roig, presidente de Fedecamáras, este supuesto diálogo con el gobierno no ha dado los resultados que se esperaban. Al contrario, hay señales de que se ha radicalizado el modelo que, gracias precisamente al entendimiento ofrecido, creíamos haber superado. El propio Nicolás Maduro, para poner de relieve la magnitud de esta cruda circunstancia, acaba de afirmar hace un par de días que él no es reformista, sino revolucionario comprometido con la tarea de construir el socialismo de Hugo Chávez.Estos factores conforman una realidad que debe ser analizada por los actores políticos y económicos del país con su ma atención. El lunes pasado, al referirme a los primeros tres meses del gobierno Maduro, señalaba que la gran crisis nacional quizá podríamos reducirla a una simple falta de voluntad. Ni se decide Maduro a asumir el socialismo más ortodoxo a muerte, con todas sus consecuencias, ni emprende el...

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