Nueve presos de Uribana permanecen todavía en hospital de Barquisimeto

Nueve presos que resultaron heridos durante la requisa en la cárcel de Uribana el 25 de enero aún permanecen en la sala de emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, en Barquisimeto, Lara. Están en estado de convalecencia, pero se recuperan, y se cree que se les dará de alta la semana que viene. Ese día fueron ingresados en el centro de salud 103 reos provenientes de ese centro penitenciario. Ruy Medina, médico y direc tor del hospital, dijo que por primera vez en 48 años la sala de emergencia recibió tantos heridos a la vez. Señaló que el primer grupo con 22 presos llegó ese día a las 11:00 am con heridas de bala en todo el cuerpo, principalmente en abdomen y tórax. Cuando empezaron a lle gar, el equipo médico se volcó a dar asistencia sin anarquizar los procesos porque el personal está entrenado para este tipo de eventos. Cada médico hizo lo que debía hacer: suturar, hacer radiografías, entubar. Nuestros residentes estaban terminando de hacer sus revistas de la mañana en los pisos, y cuando oyeron que la emergencia se llenaba de pacientes bajaron espontáneamente. Enfermeras que estaban entregando servicios también se unieron a colaborar. Empleados de seguridad, mantenimiento, camilleros, estudiantes de Medicina y los internos de Medicina Integral Comunitaria fueron de gran ayuda, indicó Medina. El equipo que estuvo de guardia ese día estaba integrado por cinco especialistas en neurocirugía, cinco traumatólogos, dos otorrinos, dos oftalmólogos, cinco médicos cirujanos, dos cirujanos plásticos y seis médicos de emergencia. Ese día a la 1:00 pm llegó otro autobús con un segundo gru po de presos heridos. No hacer preguntas. A esa mis ma hora, en las inmediaciones del hospital se comenzaban a agrupar los familiares de los prisioneros, que lloraban, gritaban y pedían información sobre sus parientes. Funcionarios de la Guardia Nacional y de la Policía Nacional acordonaron la entrada de la sala de emergencia para evitar el acceso a familiares. Medina dijo que a esa hora ningún funcionario de la Fiscalía di los ministerios de Servicio Penitenciario o de Salud se había comunicado con él. Señaló que en la sala de emergencia se escuchaba el constante quejido de los presos, y que ninguno de ellos comentó lo que había sucedido en el penal: Como médico uno no tiene tiempo de preguntar mucho. No es igual llegar a una emergencia con un dolor que llegar con una herida de bala. No se puede hacer el interrogatorio cuando hay sangre de por medio o...

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