¿Un Papa para los pobres?

En el norte de Río de Janeiro se encuentra la desdichada barriada de Manguihnos.Es un lugar rebelde. Una y otra vez, el Gobierno local ha intentado desalojar a sus residentes con limpiezas urbanas que barren a la favela. Las demoliciones se han vuelto más urgentes, ya que Brasil se prepara para ser anfitrión de la Copa del Mundo en 2014 y de los Juegos Olímpicos en 2016.Excavadoras y taladros desprenden paredes de los edificios que develan escaleras que no llevan a ninguna parte. Pero muchas de las personas que allí viven se niegan a mudarse.Ellos mismos crean suministros de electricidad y drenajes para sobrevivir, aun cuando los ríos de aguas negras corren por el frente de lo que todavía llaman hogar. Bajo los escombros, las calles siguen siendo visibles. Estas fueron designadas con nombres de santos.Dentro del barrio infortuna do de Manguinhos se ubica uno aún más miserable llamado Varginha. El carácter de lucha de sus habitantes por permanecer ahí ha aumentado debido a la visita del Papa. El último pontífice en visitar un suburbio brasileño Juan Pablo II en 1980, en el primero de varios viajes al país ayudó a salvarlo de un plan de demolición similar, simplemente prestándole atención. Las autoridades cedieron, las excavadoras se fueron. Los habitantes de Varginha oran para que Francisco haga el mismo milagro. En el frente de una casa alguien ha pintado en azul claro: El Papa viene a Varginha a visitar a los pobres. Los pobres serán muy felices.Saben que Francisco es el Papa de los pobres. ¿Acaso no se nombró a sí mismo bajo el nombre del hijo del hombre rico de Asís, que renunció a todo para caminar casi descalzo, un santo con ropa de sacos? ¿Acaso no se negó a vivir en su palacio? ¿Y no fue él quien dijo que el pastor de los fieles debe oler como sus ovejas? Los susurros asombrados se oyen por todos lados, no sólo en Brasil, antes del primer viaje al extranjero programado desde su elección, y primer regreso a su continente de origen. Un papa para los olvidados, para los infortunados. Y no sólo entre los católicos: los anglicanos están pensando en una unión compacta de Iglesias para combatir la pobreza, y los evangélicos ven a Francisco como un pontífice al que pueden tratar. Los ateos se han sorprendido ante su declaración de que algunos de ellos podrían merecer el cielo ¿Un papa para todos? Brasil puede llegar a ser la vi trina para los poderes de este humilde Papa y la cara fresca que está poniendo al antiguo papado. En este, el más...

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