Pedro Gual en perspectiva de José Alberto Olivar
La mirada que hace José Alberto Olivar sobre la vida y obra de Pedro Gual es una reflexión real y profunda de esa figura y su contexto histórico en tanto representante del civilismo americano. Sin duda alguna, esta aproximación a los momentos en que el poder hegemónico de España en América entró en crisis y se gestaron, no sin una buena dosis de sangre y sudor los pueblos de Latinoamérica, permite entrever instantes en los que se contrapusieron ilustración y barbarie. La vida de esta figura es tá llena de intríngulis. De acuerdo a la panorámica que abre el historiador, observamos a un Gual que ya desde muy joven estuvo vinculado a los personajes prominentes de la gesta emancipadora. Su tío Manuel Gual participó en el siglo XVIII en un movimiento revolucionario contra la dominación colonial de España, por lo que la familia enfrentó ciertas incomodidades con las autoridades de la época. No obstante, el joven libertario ejerció la abogacía y comenzó a tener participación en los movimientos que culminaron con la firma del acta de Independencia del 5 de julio de 1811. Luego, durante la corta vida que tuvo la Primera República, este insigne hombre mantuvo estrecha cercanía con Francisco de Miranda, de modo que ello sería de vital importancia en su vida futura y el porvenir de las naciones en el ámbito de la Gran Colombia. A partir de ese influjo en tre el Generalísimo y el joven precursor, éste comenzaría a comprender las sutilezas de la elite política y diplomática del mundo de ese período, de manera que adquirió una gran profundidad y alcance en esos tópicos. Una vez hecho preso Miranda, Gual pasó a Nueva York, para luego dirigirse a Washington, donde comenzó a actuar a nombre del gobierno de Cartagena y a manejarse en la diplomacia con gran habilidad. En una suerte de visión amplia de las diferentes facetas desarrolladas por este hombre ilustrado de América, Olivar muestra la forma como llevó a cabo su vida pública en los intrincados años en los que se produjo la caída de la Segunda República, cuando las hordas de José Tomás Boves arrasaron con todo basadas en el odio de castas. Igualmente, la manera como se manejaría Gual tratando de mediar entre Simón Bolívar y Manuel del Castillo evidenció una gran sabiduría en esos asuntos. Sin embargo, su afán libertario --independientemente de cual fuere la causa-prevaleció en él, de modo que luego de la caída de Cartagena, bregó por la independencia de México. No obstante, los momen tos más estelares de...
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