El polvorín

Venezuela es un pol-vorín en manos del gobierno y de su brazo político, el tsj, que puede ser activado por un pueblo desesperado sin alimentos ni medicinas, con pobreza creciente 70%, acosado por la criminalidad y la inflación más alta del mundo y que, además, ve burlada su voluntad soberana expresada masivamente a través del voto del 6-D. Las acciones del régimen de Maduro no se orientan hacia la búsqueda de soluciones concertadas con todos los sectores nacionales para salir de la estallante crisis que nos ha convertido en el país más arruinado del continente a causa de la corrupción y despilfarro oficiales, sino en violar flagrantemente la Constitución para permanecer como sea en el poder, a pesar de que 85% de la población clama por la salida pacífica de Maduro y su sustitución por un gobierno de concertación nacional.El tsj acaba de declarar in constitucional la ley del BCV aprobada por la nueva AN que ponía fin al decreto de Maduro con el cual el instituto emisor se convertía abiertamente en su caja chica, y podía nombrar a dedo a toda su directiva. En cualquier país democrático, su banco central goza de autonomía para así garantizar que el interés nacional quede a salvo de los abusos y corrupción del poder. Con apenas 3 meses de la nueva AN, el tsj al servicio de las aberraciones inconstitucionales de Maduro acabó con la mayoría calificada opositora, mediante la cual podía remover magistrados, rectores del CNE e integrantes del mal llamado Poder Ciudadano, todos obscenamente politizados a favor del régimen. La sala electoral rojita interrumpió sus vacaciones navideñas para suspender la elección de los 4 diputados de Amazonas tres de los cuales son opositores con el peregrino argumento de que había muchos votos nulos y la acusación de compra de votos, nunca probada, por ser incierta. El caso está engavetado hasta el punto de que tampoco han llamado a nuevas elecciones en Amazonas porque saben que las perderían por paliza. Las sentencias de la sala inconstitucional del tsj son todas anulatorias de las atribuciones del nuevo Parlamento, a saber: declarar constitucional el adefesio del Decreto de Emergencia Económica de Maduro que no combate la crisis económica, sino que amplía las políticas erradas que han llevado a Venezuela a la ruina y acabado con la agricultura, la industria, los servicios y la salud de los venezolanos. Maduro está raspando la olla: está vendiendo el poco oro monetario que nos queda, entregando la minería a empresas...

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