Problemas con los enanos

Ahora que julio llega a su fin, me di cuenta de que diferentes noticias reincidían en el ocaso de una especie. La del circo tradicional, con cachetadas, mujeres barbudas, domadores de animales salvajes y trapecistas suicidas. Esas pequeñas historias que aparecían en diferentes medios y formatos eran en verdad epitafios de un entretenimiento en extinción.Basta con acercarse en estos días a la carpa de los Hermanos Valentino en el CCCT, esos tenaces mexicanos que siguen la tradición de la familia, para entender que asistimos a una despedida.La maroma ya no convence ni siquiera a los más ingenuos de la familia. Y los adultos han entendido que en vez de atracción por el peligro y el divertimento fácil, el circo hoy es otro mercado para ir a gastar.En España me llamó la aten ción la decisión de los niños de un pueblo, Alcoi, en la comunidad valenciana. Aunque parezca mentira, en esa esquina de la península no quieren ver sufrir más a los anímales salvajes de los circos que llegaban todos los años desde diferentes lugares del planeta.Lo curioso es que esta decisión fue solicitada por un grupo de escolares de primaria del colegio Carmelitas-La presentación de Alcoi. La propuesta alcanzó carácter de moción y se debatió en el ayuntamiento, apoyada por la Sociedad Protectora de Animales y Plantas.Lo interesante es que los niños de Alcoi tienen argumentos para oponerse a los circos. No ofrecen una educación medioambiental apropiada y promueven una visión tergiversada y falsa de los animales. Todos los partidos apoyaron la moción, desde el PSOE hasta el PP.Mientras en Alcoi resulta impo sible ya ver la peculiar caravana de un circo en el horizonte, que en una época era sinónimo de aventuras y promesas de riesgo, en otras latitudes el circo anuncia su despedida de maneras más curiosas.En Rusia existe una curiosa tra dición: fotografiar a los niños al lado de las fieras salvajes de los circos. Son retratos de familia con un invitado especial: un león o un tigre de Siberia. Por supuesto, como puede imaginar el lector avisado, estas sesiones a veces terminan muy mal.Los padres rusos suelen alentar a los niños, que se paralizan del miedo, con frases como: No te preocupes, no es más que un gatito. Claro, los pequeños son más inteligentes casi siempre y no les creen a sus progenitores. Y a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR