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Para un niño del siglo XXI, ver comiquitas es sólo una opción

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Vincent

"Si a mi hija le pusiera una comiquita de Fresita (Strawberry Shortcake), no duraría cinco minutos frente al televisor", asegura la actriz de telenovelas Juliet Lima sobre Antonella, de 7 años de edad. "No vería nada que tuviera relación con lo lindo del amor y la amistad. A veces pone Bob Esponja, que tiene un humor un poco de doble sentido para tarados, pero principalmente le gustan las series que a mí me parecen más para adolescentes que para niñas, como Isa TKM y Grachi, y por supuesto que Los Simpson está prohibido para ella", sigue la mamá que, en contraste, recuerda que creció viendo Candy Candy, Heidi y Punky Brewster. Comiquitas japonesas como Mazinger Z, Candy Candy, Capitán Futuro y Ángel, la Niña de las Flores con frecuencia sirven como tema para hacer amistades en reuniones de adultos nostálgicos. El tiempo amplificó su calidad real y las convirtió en productos de culto. ¿Pero de qué dibujos animados hablarán quienes hoy son niños en las fiestas del año 2030, por ejemplo? La respuesta es cada vez más compleja, porque los pequeños contemporáneos son menos pasivos y gozan de mayores opciones de entretenimiento. Han modificado profundamente sus hábitos culturales, en comparación con la generación que se asombraba ante la mastectomía que sufría la robot Afrodita al lanzar sus proyectiles. Algunos son pesimistas, como Alexander González, presidente del Club de Fans Star Wars Venezuela y organizador de eventos para niños. "De pequeño corría a la casa para ver Mazinger Z y eso alimentaba mi deseo de aprender diseño gráfico. Pero no veo nada en la televisión actual que tenga potencial para convertirse en clásico. Cada vez es más difícil divertir a un chamo. Hay una crisis de creatividad en la industria de los dibujos animados y en el entretenimiento en general, sólo se recicla lo pasado", concluye.

Satisfacción inmediata. "Aparte de series como iCarly, Glee, Victorius y High School, los chamos siguen siendo apasionados del animé japonés, y creo que la más revolucionaria actualmente es Naruto. La diferencia es que los niños de antes tenían que esperar a que un canal de televisión pasara una comiquita en un horario. Un niño de hoy consigue todo en Internet en el momento que lo desee, sin depender de un canal", dice el autor del blog La Tercera Venezuela (dedicado, entre otras cosas, a la pasión por los dibujos animados), que prefiere...

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