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Sobrevivió con sólo 965 gramos

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Vincent

Juan Pablo Âcuyo nombre hace honor al anterior pontífice de la Iglesia Católica nació a las 25 semanas de gestación, con apenas 965 gramos de peso y 37 centímetros de talla. En los primeros días llegó a pesar incluso menos, 840 gramos. Sus padres lo llaman "el milagrito de Dios" porque logró sobrevivir y hoy pesa 5 cinco kilos. Aunque requiere que se le suministre oxígeno para culminar el proceso de convalecencia, los médicos no han detectado ninguna secuela neurológica. Después de permanecer 3 meses en la Unidad de Terapia Neonatal de la Policlínica Metropolitana, a la que ingresó con menos de 1 kilo de peso, el bebé fue dado de alta con 2 kilos y una talla de 45 centímetros; ahora se recupera en su hogar. "Todo el equipo batalló y puso alma y corazón para sacar adelante a mi hijo", relató Leislie Quintero, caraqueña de 28 años de edad, maestra en un plantel en el sureste de la ciudad, que junto a su esposo David Leonardo Hidalgo, ingeniero, celebran que el 19 de noviembre Juan Pablo cumplió 7 meses fuera del útero materno. Si hubiera nacido a término, tendría 4 meses.

Mortalidad alta. No todos los prematuros corren con la misma suerte. El médico neonatólogo y ex profesor del Hospital Universitario de Caracas, Rosendo Ardila Romero, quien encabezó el equipo multidisciplinario que preservó la vida de Juan Pablo, afirma que la mortalidad neonatal en Venezuela representa 60% de los decesos de bebés de menos de 1 año. "Es decir, de cada 10 que mueren antes del primer cumpleaños, 6 todavía no han cumplido su primer mes de vida y eso es sumamente dramático". Las cifras de mortalidad neonatal son altas, a pesar de que actualmente existen avanzados recursos que permiten salvar a recién nacidos en condiciones de alto riesgo, tales como sustancias que ayudan a madurar los pulmones y técnicas de ventilación artificial. "Nuestro objetivo es entregar a la madre, al grupo familiar y a la sociedad un niño que pueda valerse por sí mismo, que vea, escuche y retribuya el amor y el cariño a sus seres queridos; que en el futuro sea un individuo productivo y líder de una Venezuela que lo necesita. En los años que tengo de experiencia he tratado a muchos neonatos, a los que luego veo correr y jugar sin ningún tipo de secuela", dijo Ardila Romero.

En declive. El ex profesor del Hospital Universitario lamentó que los posgrados en Neonatología se encuentren desiertos. Recuerda que a Venezuela venían a entrenar profesionales de otros países, pues era considerada...

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