Venezuela en el corazón

Una de las mayores satisfacciones de un demócrata que gobierna es la de po der defender con hechos concretos la libertad, los derechos humanos y la dignidad del periodismo independiente. Es una satisfacción, pero sobre todo una obligación.Recordarlo es especialmente significativo esta semana en la que las Naciones Unidas inician una campaña de un año entero de celebración del cincuenta aniversario de los dos Pactos Internacionales de Derechos Humanos.El Consejo de Ministros acaba de conceder la nacionalidad española por carta de naturaleza a los padres de Leopoldo López, el dirigente de la oposición venezolana recientemente condenado con pruebas falsas a casi 14 años de cárcel: por su coraje al sumarse a una manifestación de estudiantes en Caracas, el 12 de febrero de 2014, Día de la Juventud. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, su Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria y su Comité contra la Tortura, así como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y las principales organizaciones no gubernamentales de defensa de los Derechos Humanos vienen exigiendo la liberación inmediata de Leopoldo López, junto a todas las personas detenidas arbitrariamente, entre ellas el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, y el alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos.Leopoldo López Gil, el padre, también es objeto de persecución política y acoso judicial.Solo por ser identificado con el periodismo independiente, no solo con su hijo. Se enteró en el extranjero de que había sido incluido en la demanda por difamación agravada continuada del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, contra un total de 22 miembros de los consejos editoriales de los principales medios de comunicación independientes que sobreviven en Venezuela: El Nacional , Tal Cual y La Pati lla. Por esa simple demanda, pesa en su contra la prohibición de salida de su país y una orden de captura para comparecer ante un tribunal y ex plicar por qué El Nacional reprodujo informaciones de periódicos extranjeros, uno de ellos español. Ocho meses sin poder volver a su país y visitar a su hijo, que necesita más que nunca a su padre.Todo por una demanda que no ha sido notificada legalmente y que en principio no implica restricciones de la libertad.Con la nacionalidad españo la, el padre de Leopoldo López ya no tendrá la angustia de comprobar en cada viaje que a su pasaporte venezolano apenas le quedan páginas disponibles. La angustia de...

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