Venezuela, país de bienvenida

Cuando la joven reportera requiere mi opinión como sociólogo y como cineasta sobre Caracas, ciudad de despedidas, no pude sustraerme de mi condición familiar de tener jóvenes que han sido virtualmente expulsados a continuar sus estudios fuera de Venezuela, uno de ellos gravemente lesionado por la violencia desalmada. Mis respuestas, de manera resumida, expresaron las siguientes líneas de pensamiento: 1. Asumo que voy a contraco rriente de la Âen apariencia dominante recepción negativa y, en particular, contra los laboratorios de guerra sucia de los medios oficiales. Sin ningún subterfugio, concedo a la pieza audiovisual debatida su condición de cortometraje documental. Digo más: me impactó positivamente que Ivanna Chávez y Javier Pita, realizadores de Caracas, ciudad de despedidas, asuman indagar so bre las visiones y percepciones de los jóvenes de su generación y de su entorno social sobre problemas capitales que los agobian. Con desenfado y entrando sin barreras en un tono confesional y descarnado, los jóvenes expresan sin inhibiciones su vivencia de la ciudad, de la violencia, de la amistad, del exilio y del desarraigo, todo ello por supuesto desde una cosmovisión que se corresponde con el universo económico y social de los entrevistados y de los realizadores. Que uno pueda diferir de los presupuestos políticos e ideológicos que subyacen en sus puntos de vista, que su pieza no se corresponda con cánones más o menos normalizados del tratamiento documental no impide analizarla, y contrariamente a quienes los descalifican apelando al insulto y a la banalización, concentrarnos en reflexionar en las problemáticas de fondo planteadas: ¿Acaso no es cierto que en 2011, más de 19.000 venezolanos murieron víctimas de la violencia y que el mayor porcentaje de esas muertes son jóvenes entre 14 y 25 años? ¿No es dramático igualmente que un alto porcentaje de los victimarios sean jóvenes entre esas mismas edades? ¿Cuáles son las oportunidades reales de primer empleo para jóvenes egresados de nuestras universidades? ¿No estamos todos, jóvenes y adultos de las clases medias y de los sectores populares más pobres, sometidos al mismo toque de queda que nos impone la delincuencia? ¿No están los padres que pueden permitírselo sacando a sus hijos fuera del país no sólo en busca de mejores oportunidades sino para literalmente salvarles la vida? Caracas, ciudad de...

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