Vivir la naturaleza en los parques temáticos

Más allá de la magia de las atracciones de Disney, hay espacios en los que se viven otras experiencias. Son lugares construidos por el hombre, pero que se inspiran en la naturaleza. Se trata de los parques de SeaWorld, que exaltan las maravillas de la vida acuática o del ambiente africano. En Aquatica, SeaWorld, Busch Gardens y Discovery Cove se pueden pasar días completos interactuando con animales, aprendiendo sobre ellos o elevando la adrenalina con diversiones extremas.

Agua diversa. El color de SeaWorld es el azul. Desde el comienzo se sabe que allí todo está relacionado con el mundo acuático. La primera prueba es Manta, una montaña rusa con vehículos que tienen la forma de una mantarraya. Quienes lo abordan van boca abajo y con el cuerpo en posición horizontal. Es una especie de vuelo a una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora. Los que prefieren quedarse con los pies bien seguros en el suelo o los niños que no alcanzan la altura requerida -1,37 metros- pueden hacer otra cosa. Los acuarios están al lado de la entrada a la montaña rusa, en un área oscura y fresca. En uno de ellos, las paredes y el techo son de vidrio. Por todas partes pasan mantarrayas de varios tamaños -hay 8 especies y 3.000 ejemplares-. Unos pasos más allá están los caballitos de mar, un pulpo del Pacífico y otros animales. Al final, se encuentra una pecera con un agujero en el medio para asomar la cabeza y tomarse fotos con los peces. En este parque también están los espectáculos tradicionales con las orcas y los delfines, en los que los animales saltan y hacen piruetas. Para una experiencia más interactiva, está la opción de alimentar a las focas y leones marinos. Desde la baranda, se lanzan los pescados a las bocas de los animales. Hay que tener cuidado con los pájaros -que, como explica el guía, no pertenecen a SeaWorld- porque vuelan sobre los visitantes y roban el alimento. En este parque, a pesar del ambiente caluroso, hay pingüinos. Están en un espacio helado y blanco, que recrea las condiciones de su hábitat. Los visitantes los pueden ver a través de un vidrio. Y en otra atracción se puede llegar al Ártico, a pie o en helicóptero -un simulador-, para ver a las belugas, manatíes y osos polares. Comer con los tiburones es una buena idea. El restaurante Sharks Underwater Grill tiene una gran pared transparente que deja ver a los tiburones mientras se disfruta, por ejemplo, de una ensalada césar con aderezo cítrico, un cóctel de camarones, una pasta o un...

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